Síndrome de Nido Vacío
14 noviembre, 2019La separación de los padres ¿cómo afrontarlo cuando hay hijos? (I)
11 diciembre, 2019Pagarle a una prostituta o tener una pareja. Este fue el tema de una conversación que escuché entre dos hombres de aproximadamente unos 60 años de edad que trataban de discernir qué les salía más barato mientras caminaban hacia su oficina:
– Para que te gastas tu lana en una mujer que le duele la cabeza o está cansada cada vez que quieres coger con ella. Pues mejor te la gastas en una puta y así, ni tienes el compromiso de mantener una casa, ni de estar pensando ni invirtiendo tiempo afectivo en cómo vas a conquistarla para lograr tener sexo… te sale más barato la puta.
– Ah, cabrón, ¿pero la puta te hace comida? ¿Te plancha la ropa? ¿Te limpia la casa? ¿Cuida de ti y tus hijos? ¿Escucha tus pedos? ¿Te ayuda en los momentos cabrones? ¿Te echa una mano con la jefa (mamá) y la familia? Piénsalo, al final, sale mejor tener una mujer que pagarle a una puta.
– ¿A poco quieres coger todas noches, todos los días? Así, si te sale más cara la puta que la mujer… Bueno, lo demás, entre pagar la planchada y la lavada, la comida corrida de todos los días, quizás tengas razón… los hijos a estas edades ya ni te pelan…
Escuchar esta conversación me llevo a escribirles acerca del equilibrio en las relaciones de pareja. Virginia Satir, experta en Terapia de Pareja y Terapia de Familia, señala que la relación de pareja se mantiene gracias al bienestar dado en las tres zonas vinculantes que sostienen la relación de pareja: la sexualidad, la paternidad-maternidad y la complicidad.
¿Qué significan estas tres zonas vinculantes? La sexualidad, manifestada por el goce de tener sexo, propiciar el erotismo, el sentirse con libertad para expresar la sensualidad con el otro, el poder expresar la creatividad propia y recibir la del otro, expresar y satisfacer las necesidades del placer sexual propio y de la pareja. El paternaje-maternaje, tiene que ver con los cuidados que se propician los miembros de la pareja en relación a: lo hijos biológicos, los hijos adoptados, de crianza, hijos simbólicos; es decir, los proyectos que realizan juntos, atenderse en la enfermedad o malestar y el sentir admiración por lo que es y realiza el otro miembro de la pareja. Y la complicidad, en esta triada vincular de la relación de pareja, tiene que ver con el cumplimiento de los compromisos y aspectos de metacomunicación que se logran en la pareja.
En este sentido, el equilibrio entre el dar y tomar en estas tres zonas vinculantes podrán dar un mejor curso y ritmo en el camino de vivirse en pareja. No confundas el amor con sexo! Sostener una relación de pareja implica compromiso. No es lo mismo sexo con amor a sexo ocasional o coito por necesidad. Y aunque la sexualidad es una zona vincular imprescindible en la relación de pareja, sostener la relación va más allá de esta zona.
Como podrás ver, en la relación de pareja, existe un constante intercambio de aspectos relacionados con la sexualidad, emociones, conductas, dinero, bienes, paternidad, maternidad, etc., que son importantes revisar. En consecuencia, la infidelidad es un desequilibrio de los intercambios en las diferentes zonas vinculantes y áreas de la vida. Que cuando ocurre, queremos satisfacerlas a través del sexo.
Ser conscientes de los intercambios que nos hacemos, generar equilibrio entre lo que damos y recibimos, generar ese compromiso empieza primero con uno mismo ¿Qué estoy dispuesto(a) a dar? ¿Puedo recibir lo que el otro me da en términos materiales, afectivos, sexuales, tiempo, etc.? ¿Con qué me comprometo?
¡Toda decisión tiene un precio a pagar! ¿Con cuál quieres comprometerte?
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Espero te sea útil, con afecto, Yraida Moreno Luna
(CEO Fundador de Psiquexpresión, Psicólogo Clínico, Máster en Psicología Aeronáutica, Especialista en varias áreas del quehacer terapéutico: Terapia de Pareja de Pareja, Terapia de Familia, Constelaciones Familiares)
@psiquexpresion